Todo empezó como un juego en 2007: cuatro amigos de Baeza, en Jaén, que hacen la de 'vamos a montar un grupo' y empiezan en un garaje. Hoy han pasado casi seis años, tres EP's ('Cientocero', 2008; 'Supersubmarina', 2009, y 'Realimentación', 2011) y dos discos ('Electroviral', 2010, y 'Santacruz, 2012) y Supersubmarina es una de las promesas del pop-rock español.
¿Cómo han cambiado las cosas en estos cinco años?
Muchísimo. Antes era todo súper precario, pero poco a poco se ha convertido en nuestro oficio y somos más profesionales, tocamos mejor, tenemos más público...
¿Y vuestra música?
Hay una evolución de nada a casi todo y eso deja huella en nuestros discos. El primero es mucho más fresco y espontáneo y en el último hay un sonido mejor.
En el Sonorama dijisteis algo así como que pedíais perdón por no saber tocar...
No exactamente, lo que dijimos es que somos un grupo que lleva poco tiempo tocando y que tenemos mucho que aprender. Porque cuando alcanzas cierta popularidad se habla de ti, y es tanto para bien como para mal. Nos queda mucho por aprender y afortunadamente las cosas nos van bien, así que esperamos seguir aprendiendo. De momento, seguimos viviendo en Baeza (Jaén) y somos amigos desde hace muchos años, así que tenemos la suerte de trabajar y viajar juntos. Toda la gente que trabaja en Supersubmarina siente lo que hay, porque son amigos que saben lo que hay detrás.
Resume el último lustro en dos frases.
Cuatro amigos toman un camino lleno de aventuras que no deja de sorprenderles. Y seguimos caminando por él.
¿La popularidad hace madurar más rápido?
Sí, porque todo lo que ha pasado ha sido en un corto periodo de tiempo. Cuando otros grupos hacían ocho o diez conciertos, nosotros hacíamos 18. Con la intensidad de trabajo, que hacíamos con nuestro dinero, se adquieren muchas responsabilidades con los demás miembros del grupo y sobre todo con el público, al que le quieres dar lo mejor que puedas ofrecer.
¿Hasta cuándo estaréis de gira?
Terminamos ahora la época de festivales (actuarán en el FIZ) y luego haremos un fin de gira por unas 11 ciudades con una cosa que es sorpresa. Cuando terminemos, nos meteremos a grabar.
¿Y cuándo pensáis descansar?
No nos hace falta, ahora somos jóvenes y ya tendremos tiempo. Además, preferimos grabar que descansar.
¿Cómo son vuestros viajes?
Como todos vivimos en Baeza, cuando toca salir nos vamos todos desde ahí en la furgo con nuestras pelis, la play...
¿Tenéis algún ritual antes de subir al escenario?
No. No nos queremos meter más presión de la que ya tenemos.
¿Recuerdas vuestro primer concierto?
Sí, claro. Fue en la cochera de Jaime, nuestro guitarra. Íbamos a tocar para unos amigos y llegó más gente de la esperada. A partir de ahí todo fue para bajo y nos dimos cuenta de que teníamos que mejorar (risas). Más adelante tocamos en Madrid en la Joy Eslava y en Penélope y vino mucha gente. Nos dimos cuenta de que algo estaba pasando.
¿Cuál ha sido vuestro momento más feliz y cuál el más trágico?
Feliz es el día a día, cuando estamos de gira y vamos de ciudad en ciudad y recordamos lo que nos ha pasado en cada una de ellas. Negativo todavía no ha pasado nada. Quizá el tema burocrático es el que menos nos gusta y el que menos conocemos, supongo que como todo el mundo. ¡Es que hay que hacer papeles para todo!
¿Hay algún artista o grupo con el que os apetece colaborar?
Creemos que esas cosas salen de la amistad, así que no nos lo planteamos. Al estar en todo momento en nuestro pueblo, hace que tengamos menos contacto con otros músicos y por eso de momento no nos apetece.
Fuente: que.es
¿Cómo han cambiado las cosas en estos cinco años?
Muchísimo. Antes era todo súper precario, pero poco a poco se ha convertido en nuestro oficio y somos más profesionales, tocamos mejor, tenemos más público...
¿Y vuestra música?
Hay una evolución de nada a casi todo y eso deja huella en nuestros discos. El primero es mucho más fresco y espontáneo y en el último hay un sonido mejor.
En el Sonorama dijisteis algo así como que pedíais perdón por no saber tocar...
No exactamente, lo que dijimos es que somos un grupo que lleva poco tiempo tocando y que tenemos mucho que aprender. Porque cuando alcanzas cierta popularidad se habla de ti, y es tanto para bien como para mal. Nos queda mucho por aprender y afortunadamente las cosas nos van bien, así que esperamos seguir aprendiendo. De momento, seguimos viviendo en Baeza (Jaén) y somos amigos desde hace muchos años, así que tenemos la suerte de trabajar y viajar juntos. Toda la gente que trabaja en Supersubmarina siente lo que hay, porque son amigos que saben lo que hay detrás.
Resume el último lustro en dos frases.
Cuatro amigos toman un camino lleno de aventuras que no deja de sorprenderles. Y seguimos caminando por él.
¿La popularidad hace madurar más rápido?
Sí, porque todo lo que ha pasado ha sido en un corto periodo de tiempo. Cuando otros grupos hacían ocho o diez conciertos, nosotros hacíamos 18. Con la intensidad de trabajo, que hacíamos con nuestro dinero, se adquieren muchas responsabilidades con los demás miembros del grupo y sobre todo con el público, al que le quieres dar lo mejor que puedas ofrecer.
¿Hasta cuándo estaréis de gira?
Terminamos ahora la época de festivales (actuarán en el FIZ) y luego haremos un fin de gira por unas 11 ciudades con una cosa que es sorpresa. Cuando terminemos, nos meteremos a grabar.
¿Y cuándo pensáis descansar?
No nos hace falta, ahora somos jóvenes y ya tendremos tiempo. Además, preferimos grabar que descansar.
¿Cómo son vuestros viajes?
Como todos vivimos en Baeza, cuando toca salir nos vamos todos desde ahí en la furgo con nuestras pelis, la play...
¿Tenéis algún ritual antes de subir al escenario?
No. No nos queremos meter más presión de la que ya tenemos.
¿Recuerdas vuestro primer concierto?
Sí, claro. Fue en la cochera de Jaime, nuestro guitarra. Íbamos a tocar para unos amigos y llegó más gente de la esperada. A partir de ahí todo fue para bajo y nos dimos cuenta de que teníamos que mejorar (risas). Más adelante tocamos en Madrid en la Joy Eslava y en Penélope y vino mucha gente. Nos dimos cuenta de que algo estaba pasando.
¿Cuál ha sido vuestro momento más feliz y cuál el más trágico?
Feliz es el día a día, cuando estamos de gira y vamos de ciudad en ciudad y recordamos lo que nos ha pasado en cada una de ellas. Negativo todavía no ha pasado nada. Quizá el tema burocrático es el que menos nos gusta y el que menos conocemos, supongo que como todo el mundo. ¡Es que hay que hacer papeles para todo!
¿Hay algún artista o grupo con el que os apetece colaborar?
Creemos que esas cosas salen de la amistad, así que no nos lo planteamos. Al estar en todo momento en nuestro pueblo, hace que tengamos menos contacto con otros músicos y por eso de momento no nos apetece.
Fuente: que.es
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